Durante el parto se ejerce presión sobre el cráneo del recién nacido. En algunos partos es algo mayor, debido a la complejidad que pueda presentar. Los partos instrumentados suelen tener mayor presión sobre el cráneo y las cervicales del bebé, por lo que es conveniente revisar al recién nacido para asegurarse de que no sufra ninguna tensión cervical o craneal.

En algunos ocasiones, esas tensiones pueden dificultar la movilidad articular normal de las cervicales del bebé haciendo que no pueda girar el cuello correctamente. En esos casos vemos que el bebé tiene más dificultad en agarrar más un pecho con respecto al otro, gira su cabeza al dormir casi siempre hacia  el mismo lado. También tienen mucha tensión puede mostrar mayor irritabilidad o llanto incontrolado, son algunos de los síntomas que puede presentar.

La quiropráctica en bebés también es beneficiosa para los cólicos de lactantes, estreñimiento o problemas para descansar.

La quiropráctica ayuda a aliviar y a prevenir problemas futuros.

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