Sensibilización central en condiciones de dolor crónico.
Uno de cada seis españoles vive condolor crónico. Esto significa que desde hace al menos tres meses experimentan síntomas de dolor en alguna parte del cuerpo.
La mayoría de tejidos lesionados ya han regenerado o están en fase de remodelación. Durante esta fase, el dolor no cumple ya una función fisiológica adaptativa, sino que su presencia se considera una mala adaptación. Es por ello, que actualmente, el dolor crónico puede ser considerado una patología de pleno derecho, y no el síntoma de otra patología que afecte a la espalda, la rodilla, la cabeza, o el cuerpo entero en caso de síndromes como la fibromialgia.
Pero, si el problema no está en la región del cuerpo que experimenta dolor, ¿de dónde viene entonces el dolor cuando es crónico?
El mecanismo principal implicado es lo que se denomina sensibilización central, dicho de otra forma, el problema no está en la espalda, o en el hombro, sino en el sistema nervioso central, que se traduce principalmente en hipersensibilidad al dolor. Este fenómeno, principalmente estudiado en la médula espinal, permitiría explicar por qué en estos casos, el umbral del dolor suele ser más bajo en personas con dolor crónico, o por qué a menudo no hay evidencia de lesión en las pruebas de imagen de estos pacientes, pero también por qué el dolor aparece a veces de forma espontánea, e incluso por qué parece desplazarse de una región del cuerpo a otra o expandirse sin seguir un patrón anatómico claro. Estas son presentaciones muy habituales en personas con dolor crónico. Sin embargo, el fenotipo de estos pacientes es a menudo más complejo, y suele manifestarse con un aumento de sensibilidad a otro tipo de estímulos sensoriales (a menudo el olfato o a la luz), pero también a alteraciones del estado de ánimo (depresión, ansiedad) y de la cognición (dificultad para concentrarse, pérdida de memoria), así como un abanico de trastornos del sueño. Docenas de estudios han examinado de diversas formas la presencia de estos mecanismos en pacientes con todo tipo de dolor crónico. Identificar a estos pacientes es importante porque la presencia de sensibilización central se haya asociado a un peor pronóstico y mayores niveles de discapacidad. Más relevante aún es que esto podría permitir a nuestro Quiropráctico optimizar nuestra terapia, permitiéndole diseñar intervenciones mejor orientadas y personalizadas. Este diseño facilitaría enfocarse en la raíz del problema, en lugar de limitarse a tratar los síntomas de manera superficial.